Fabricante de pobreza

"... Estaba ahí un ex niño de la calle tomando agua de un charco en el suelo. Pero no con la mano, ah? En cuatro paticas nomás, como un animalito... como de 15 años...". No es un texto de novela urbana, es Pedro García Otero -El Universal- narrando uno de sus recorridos por esta urbe de pobreza y miseria en que han convertido la ciudad de Caracas y todo el país.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas, Venezuela descendió durante los cuatro años del gran fracaso en todos los índices de desarrollo. No es un secreto el esfuerzo de los gobiernos -especialmente uno que ha hecho de la mentira una política de Estado-por mostrar su mejor cara, mediante argucias estadísticas. Sin embargo, las cifras oficiales no logran ocultar la cruda realidad: la inconmensurable capacidad del régimen para fabricar pobreza.

El país descendió en el Indice de Desarrollo Humano Nacional al pasar de 0,78 puntos en 2001 a 0,69 puntos en 2002. Dicho descenso se explica -entre otros- por un incremento de los hogares que viven en situación de pobreza, al subir de 28,2% en 1997 a 31,2% en 2002, 1.777.629 familias. Igualmente, aumentó el número de hogares con niños que no asisten a la escuela de 78.840 en 1997 a 105.742 en 2002, así como la cifra de familias en hacinamiento crítico pasó de 629.183 a 942.043, durante ese período, y los hogares sin servicios básicos se incrementaron de 664.485 a 987.434.

De los 23 millones de personas que viven en Venezuela, 13 millones 365 mil son pobres y seis millones están en situación crítica, como consecuencia de las políticas económicas de este régimen totalitario, que ha disparado el desempleo a una cota sin precedentes de 19,1% -unos 2,3 millones de desocupados- sin contar con los cinco millones de informales. No es entonces de extrañar que el ingreso real por habitante haya retrocedido a niveles del año 1958 -casi cinco décadas perdidas.

La realidad es peor que estas cifras del INE y así lo demuestran estudios como el "Acuerdo Social para el Desarrollo y Superación de la Pobreza", bajo el auspicio de varios centros académicos, y el informe del "Acuerdo de las Metas de Desarrollo para el Milenio" de la ONU, que clasifica a Venezuela como incapaz de cumplir sus metas.

Sorprende cuando desde el exterior aún se escucha hablar del supuesto compromiso del régimen con los pobres. Sería más honesto reconocer la indiferencia de Chávez por esta generación de miseria y su papel como "fabricante de pobreza".

FIN

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