LOS ENVIDIOSOS. Por: Esteban Fernández
No hay dudas de que el apoyo más contundente al régimen castrista siempre ha provenido de los ENVIDIOSOS. Desde el mismo prímero de enero del 59 fue algo así como: «tú tienes y yo no tengo, si ahora no tienes yo me alegro, y si yo puedo tener un poquito más que tú la alegría es inmensa»...
Durante casi 40 años las huestes fidelistas se han nutrido con los resentidos y apestados de la sociedad cubana. El primer y mayor triunfo de los envidiosos fue cuando acabaron con los Gómez Mena, con los Fallas, con los Babún, con los Fanjúl, con los Sarrá, y con todos los millonarios del país...
Y se creó una palabrita nueva llamada «siquitrilla». para jubilo de los envidiosos, y entonces ante cada injusticia cometida gritaban eufóricos ¡le partieron la siquitrílla!...
El peor y más envidioso empleado de un empresa era el que vestido de míliciano se daba el lujo de sacar de allí al verdadero propietario y asumir el cargo de Interventor...
Se Puede imaginar usted que alegría más grande representa para un envídíoso verse en su país con una pístolita en la cintura y saber que los que él siempre envidió tenían que montarse en un avión e irse de Cuba con tres mudas de ropa?...
¿Cómo se siento un envidioso que no le permitían ni ser socio del Casino Español de su pueblo y después de Castro podía entrar (por ejemplo) en la finca La Chata de Carlos Prío como Pedro por su casa y darla dos patadas al sofá de la sala?..
Ustedes saben que en todos los pueblos de nuestro país habían miles y miles de personas bien vestidas, elegantes, miembros de una clase media enorme, divirtiendose, bailando, algunos hasta con automóviles, y lo que no sabíamos era que muy cerca de ellos habia un montón de envidiosos que vieron los cielos abiertos cuando Fidel empobreció a toda una nación y pudieron gritarles «niños bitongos y gusanos»...
Gente celos que observaba la prosperidad del país con odio feroz. No eran los pobres de Cuba (que eran buenos, trabajadores y honestos) los que han apoyado a Castro sino LOS ENVIDIOSOS...
La suerte de los envidiosos es que Fidel Castro no es homosexual porque sino Castro en lugar de vestirlos de Milicianos los hubiera puesto un vestidito rosado, creyón de labios y se los hubiera sentado en sus piernas a todos...
Imaginese usted que ese gente CHIVATEANDO AL VECINO se sintieron <
Los envidiosos no se conformaban solamente con que sus compatríotas lo
perdieron todo allí sino que se alegraban enormemente cuando se enteraban que
en Miami Beach habían muchísimos lavando platos en los hoteles...
Y ahora se ha virado lo tortílla, y los envidiosos están que trinan al
enterarse del triunfo económico del exilio cubano, y gritan desesperados "Ese
gente quiere regresar aquí a quitarnos lo que con tanto sudor hemós logrado "y
de pronto le dicen a la mujer: «Vieja, escribele a tú primo en New York a ver
si nos puede enviar unos pantalones pitusa»...
Y hay quienes consideran que todo los envídiosos de Cuba algún día deben ser
castigados por lo bajo que han caido. Yo no estoy de acuerdo con eso, a mi me
parece que lo único que merecen es que les enviemos una foto de la casa de
Gloria Estefan y otra de uno de los carritos de Liván Hernández…
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Por: Esteban Fernández
La Nota Breve
20 DE MAYO
Los Angeles, 8 De Agosto De 1998
